In love, tristemente in love

No debía de haber pasado nunca, pero… pasó.
Me enamore como una colegiala sin remisión.
Y no es de ahora, no.
Hace 10 años ya de ese momento, pero lo confieso a estas alturas.
Por que tarde tanto en hacerlo? No lo sé.
Pero el caso es que el no lo sabe, aunque no es tonto y lo intuye.
Siempre se lo negaré, siempre.
Por qué? Porque es un amor prohibido, imposible.
Un sueño, una ilusión, un amor de verano pero de un verano eterno.
Después de haber pasado el mejor mes de mi asquerosa vida, tocó volver a la
puta y cruda realidad.
El tiene su vida y no la va a dejar por mi.
Lo sé (aunque sueño con que lo haga)
No se lo pediré porque de hacerlo le perderé para siempre y sin el… no sabría que hacer.
No va conmigo poner entre la espada y la pared a nadie.
Es mi mejor amigo. Mi complice, mi confidente.
Me conoce mejor que yo misma, así que fijaros como es nuestra relación.
Es y tiene todo lo que se puede desear en un hombre; dulce, tierno, romántico, extrovertido.
amable, atento, sincero, divertido, honesto, sencillo, noble…
Siempre tiene las palabras exactas en el momento preciso.
No tiene maldad ninguna.
No le van las medias tintas ni las dobleces.
Es mi hombre ideal.

Etiquetado: agilipollamiento, amor

Posted in: Mis cosas